Correr con música es un tema apasionante, que en este blog ya he tocado varias veces, hoy os dejo un post que me parece interesante, y explica de otra manera lo ya comentado:
El secreto está en una cifra mágica: 180 BPM. Es el número de pasos por minuto (90 con cada pie) que se considera óptimo para el desarrollo de la carrera en atletas de élite. Para los aficionados a practicar el running sería seguramente contraproducente encontrar pistas de audio que se ejecutasen en ese tempo allegrissimo de 180BPM pero en cambio sí que hay todo un universo de canciones de los más diversos estilos que se ajustan al de 90BPM.
Además de ofrecerte enlaces a dos listas de reproducción de Spotify que cumplen estos requisitos te mostraremos como elaborar las tuyas propias con tu música favorita.
Para ir a lo fácil, te podemos ofrecer el enlace a dos listas de reproducción milimétricamente diseñadas para respetar los mencionados patrones en torno a los 180BPM que te permitirán un ritmo de carrera constante y veloz.
Puedes seleccionar una lista de reproducción de estilo Hip-Hop, que quizá no sea tu favorito pero que realmente resulta complicado no seguir si tienes un cierto nivel como corredor. Son 138 canciones que te propulsarán a la meta con una variedad de temas tal que necesitarías 9 horas para repetir canción.
Para los aficionados a otro tipo de música también te facilitamos en enlace a una lista de reproducción de estilo Rock y otros. En este caso son 91 pistas, unas 5 horas de música.
En ambos casos puedes tomarlas como base y seleccionar tus favoritas y crear tu propia lista personal, dentro o fuera de Spotify, porque si no estás dado de alta en ese servicio siempre puedes buscar los títulos en otro similar.
Si dispones de una ingente biblioteca musical puedes descargarte un programa como Cadence Desktop Pro (disponible para Windows y OSX) que analiza los BPM de tus canciones. Se adentra en tu biblioteca de iTunes añadiendo el campo BPM a las etiquetas, lo que te permitirá generar listas con ese criterio, aunque debes tener cuidado porque a veces comete errores con temas que cuentan con una larga intro a ritmo más lento o con los audiolibros.
Una vez fijada la lista de reproducción que respeta esos patrones de tempo, se trata de intentar adecuar el ritmo de la carrera al ritmo de las canciones. Debido a la velocidad, es posible que al principio te resulte complicado adaptarte y tengas la impresión de ir corriendo a pequeños pasitos cual personaje de dibujos animados, pero con el tiempo verás que lo vas logrando y te adaptas de forma natural a ese ritmo.
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