Desde aquí doy el pésame a los familiares de Alberto Ceballos (31 años), fallecido por parada cardiorespiratoria camino del hospital después de cruzar la meta de la Media Maratón de Madrid.
Según informó un portavoz de Emergencias Madrid, el corredor llegó mareado a la meta, y se desvaneció nada más cruzarla, entrando en parada cardiorrespiratoria. Los facultativos del Samur le intentaron reanimar durante más de 30 minutos en el hospital de campaña instalado junto a la meta, y continuaron las maniobras de reanimación en la ambulancia de camino al hospital Clínico, donde la víctima falleció.
Una vez dicho lo más importante, quería dejar constancia de lo triste que es leer esta noticia en la prensa profesional (20 minutos), titulares como “El deporte popular puede entrañar peligro”, unido a frases de especialistas resaltando las precauciones necesarias para correr, con unos comentarios de gentuza que no se ha movido del sofá en su vida y solo se divierten riéndose de la desgracia ajena con comentarios como, “el deporte es malo”, “solo corren los fanáticos del culto al cuerpo”, “Corren dopados”, etc. solo me hacen afianzarme en lo necesario que es salir a correr, escuchar a mi cuerpo, e informarme por mi mismo. Y valorar lo que el correr que ha dado, que son valores de respeto por la muerte de una persona, y rechazo a tanta escoria y amarillismo que nos invade.
Por último, como he leído en Corricolari : “el deporte popular no es el lugar donde deba glosarse la épica del sufrimiento”. Hay que tener capacidad de esfuerzo y hasta algo de sacrificio pero para divertirse, para disfrutar, no para sufrir. Y menos aún para correr riesgos innecesarios.
De esto hay que aprender que no vale todo por cruzar la meta, es más sabio y valiente escuchar a tu cuerpo y parar unos minutos e incluso abandonar si es preciso, por que abandonar una carrera no es perder, es demorar la victoria.
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