
Miedo, si digo miedo.
Todo empezó genial, el lunes entreno, kilómetros a un ritmo muy rápido, tan rápido (para mi historial) que superé mi record, y cumplí con el objetivo a alcanzar que me había marcado, en el día de hoy, la misión ha sido cumplida.
¿Y ahora qué?, llevo un mes mejorando en cada entreno, más rápido, y más lejos, y al fin he conseguido la marca tan largamente esperada.
Miedo
Un reconcome me recorre la cabeza -he forzado mucho-, -me noto sobreentrenado-, -y si el próximo día no soy capaz de hacerlo-, -y si solo ha sido un espejismo, no una realidad-, decepción, terror, preocupación, angustia,…
Miedo.
No sé lo que me pasa pero, el miércoles siguiente no puede, la piernas me pesan, el corazón me late rápido, y la cabeza que dice que no puede, y todavía no he dado ni un paso.
Series son la solución, hoy toca hacer series, el corazón se relaja, las piernas se estiran y mi cabeza suspira
Miedo.
El entreno de series ha sido fantástico, pero hay algo ahí, algo que queda pendiente. No sé cómo llamarlo el Muro2, pero ahí está, en mi cabeza.
Da igual lo que pase en el próximo entreno porque la verdadera misión, el objetivo a alcanzar es superar el miedo, vencer los limites que la cabeza nos pone, y el próximo día cuando acabe el entreno no miraré el reloj, únicamente pondré en la hoja de registro de entrenos objetivo cumplido: miedo superado
Y seguiré corriendo, porque cada día es un nuevo reto.
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