En el mejor de los casos serán los médicos del deporte quienes nos orienten sobre las frecuencias cardiacas idóneas para cada uno de nosotros, o los cardiólogos, si vamos a utilizar el ejercicio como prevención de problemas o tratamiento de los mismos, formando parte de un programa de rehabilitación.
Suele admitirse que, para población en general, las pulsaciones máximas que teóricamente alcanzaría un varón pueden calcularse restando a 220 su edad; por ejemplo, Juan que tiene 38 años, tendrá una frecuencia cardiaca máxima teórica de: 220-38 = 182 ppm.
En el casa de las mujeres las cifras cambian un poco, y la resta se hace desde 226, con lo que María con esos mismos 38 años, podrá llegar, en teoría, hasta: 226-38 = 188 ppm.
Pero, afortunadamente, los seres humanos no somos como máquinas. Es por eso que dichos cálculos son teóricos y la realidad hace que, en función de nuestras cualidades y preparación, unas y unos podamos tener nuestros respectivos limites algo más arriba o debajo de las cifras calculadas, detalle que podrá desvelarnos la oportuna consulta con el médico.(A modo de ejemplo posterior tomaremos como Frec. Max de cálculo 188 puls.),
En función de la frecuencia cardiaca con que efectuamos un esfuerzo físico podemos favorecer especialmente determinados efectos. El conocimiento de esto puede ayudarnos a obtener un mejor resultado del tiempo que dediquemos al ejercicio físico.
Así, a un ex-sedentario le recomendaremos que durante las primeras semanas de actividad procure mantener su ritmo cardiaco entre el 50% y el 60% de su máximo (para una frec.max:188 entre 94-113), lo que implica que ira entre caminando y corriendo, pero aguantara más y alcanzara antes el mismo nivel que alguien que corra al 80% de su frec. max. y se paré a los 5 min de empezar. Lo importante es alargar el tiempo de carrera no la intensidad.
Para una persona activa que desea adelgazar deberá estabilizarse entre el 60% y el 70%,(113-132 puls.) para activar su metabolismo y que la fuente de energía fundamentalmente utilizada sean los ácidos grasos. Si supera estos % consumirá menos grasa. Personas que correr para adelgazar y correr muy rápido, ven que no consiguen nada y lo dejan, hay que correr despacio para eliminar grasas.
Como ves hemos definido dos tipos de entrenamientos bajo un esfuerzo controlado y sostenido para desarrollar distintas cualidades, aquí un pulsómetro y el conocer nuestra Frec. Cardiaca Max. es nuestro mejor aliado, pero aun sin ello sabemos que no es necesario forzar nuestro corazón para obtener resultados y con un ritmo adecuado se consigue mucho..
A medida que avanzamos en la adquisición de una buena forma física vemos como nuestro organismo tolera de mejor grado el trabajo intenso. El pulso sube y las sensaciones agónicas de hace unos meses se convierten en un extraña pero agradable percepción de poder, pero, ¿tiene fin este avance? Por desgracia sí, pero probablemente esté mucho más lejos de lo que creemos aunque un exceso de la motivación materializado en constantes entrenamientos muy intensos impida la mejora y lo que es peor provoque un acusado descenso de nuestras capacidades.
Suele admitirse que, para población en general, las pulsaciones máximas que teóricamente alcanzaría un varón pueden calcularse restando a 220 su edad; por ejemplo, Juan que tiene 38 años, tendrá una frecuencia cardiaca máxima teórica de: 220-38 = 182 ppm.
En el casa de las mujeres las cifras cambian un poco, y la resta se hace desde 226, con lo que María con esos mismos 38 años, podrá llegar, en teoría, hasta: 226-38 = 188 ppm.
Pero, afortunadamente, los seres humanos no somos como máquinas. Es por eso que dichos cálculos son teóricos y la realidad hace que, en función de nuestras cualidades y preparación, unas y unos podamos tener nuestros respectivos limites algo más arriba o debajo de las cifras calculadas, detalle que podrá desvelarnos la oportuna consulta con el médico.(A modo de ejemplo posterior tomaremos como Frec. Max de cálculo 188 puls.),
En función de la frecuencia cardiaca con que efectuamos un esfuerzo físico podemos favorecer especialmente determinados efectos. El conocimiento de esto puede ayudarnos a obtener un mejor resultado del tiempo que dediquemos al ejercicio físico.
Así, a un ex-sedentario le recomendaremos que durante las primeras semanas de actividad procure mantener su ritmo cardiaco entre el 50% y el 60% de su máximo (para una frec.max:188 entre 94-113), lo que implica que ira entre caminando y corriendo, pero aguantara más y alcanzara antes el mismo nivel que alguien que corra al 80% de su frec. max. y se paré a los 5 min de empezar. Lo importante es alargar el tiempo de carrera no la intensidad.
Para una persona activa que desea adelgazar deberá estabilizarse entre el 60% y el 70%,(113-132 puls.) para activar su metabolismo y que la fuente de energía fundamentalmente utilizada sean los ácidos grasos. Si supera estos % consumirá menos grasa. Personas que correr para adelgazar y correr muy rápido, ven que no consiguen nada y lo dejan, hay que correr despacio para eliminar grasas.
Como ves hemos definido dos tipos de entrenamientos bajo un esfuerzo controlado y sostenido para desarrollar distintas cualidades, aquí un pulsómetro y el conocer nuestra Frec. Cardiaca Max. es nuestro mejor aliado, pero aun sin ello sabemos que no es necesario forzar nuestro corazón para obtener resultados y con un ritmo adecuado se consigue mucho..
A medida que avanzamos en la adquisición de una buena forma física vemos como nuestro organismo tolera de mejor grado el trabajo intenso. El pulso sube y las sensaciones agónicas de hace unos meses se convierten en un extraña pero agradable percepción de poder, pero, ¿tiene fin este avance? Por desgracia sí, pero probablemente esté mucho más lejos de lo que creemos aunque un exceso de la motivación materializado en constantes entrenamientos muy intensos impida la mejora y lo que es peor provoque un acusado descenso de nuestras capacidades.
Comentarios
Publicar un comentario